Los sonidos de intensidad muy alta producen una hipoacusia o daño coclear por sobreestimulación acústica. Cualquier sonido si llega al órgano auditivo a una gran intensidad va a provocar lesiones cocleares.
1. ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR SOBREESTIMULACIÓN ACÚSTICA
El oído humano está capacitado para detectar y soportar sonidos a una determinada intensidad y frecuencia. Si al órgano auditivo le llegan ruidos excesivos, este puede llegar a destruirse.
- Umbral auditivo: menor cantidad de sonido que puede percibir el oído de un determinado individuo.
- Adaptación auditiva: Elevación subjetiva del umbral durante la estimulación de un ruido. Si administramos un sonido continuo muy débil, próximo al umbral, llega un momento en el que deja de percibirlo.
- Fatiga auditiva: elevación del umbral de audición tras la estimulación sonora intensa. Si a un individuo con un umbral de 10 dB lo sometemos a un sonido de 90 dB durante dos horas, su umbral tras la exposición será de 20 – 25 dB. Transcurrido un tiempo de minutos u horas vuelve a recuperar su umbral. Es un deterioro reversible de las células ciliadas internas (CCI) y sobre todo de las externas (CCE).
- Trauma acústico: trauma irreversiblede la audición producido por sobrestimulación acústica. La exposición excesiva a ruido hace que las CCE y hasta las CCI sufran un daño irreparable. Las células afectas mueren y desaparecen sustituyendo su espacio por tejido cicatricial.
1.1. Factores que influyen en el daño provocado por el ruido.
- Intensidad del ruido. Sonidos superiores a 80 dB causan deterioro auditivo.
- Frecuencia del ruido. Las frecuencias más afectadas son las situadas entre 2 y 3 KHz.
- Tiempo de exposición. Cuanto más tiempo de exposición, mayor lesión.
- Ritmo del ruido. Son más perjudiciales los ruidos discontinuos o intermitentes, siempre que se realice una pausa leve.
- Susceptibilidad individual. Edad, estado general, condiciones de trabajo, enfermedades otológicas, etc.
1.2. Tipos de ruidos lesivos.
- Ruido traumatizante brutal: ruido puntual superior a 180 dB que puede destruir la cóclea. La cóclea vibra co excesiva amplitud causando un daño en los tejidos que causa el deterioro o muerte de cierto número de CCI y CCE.
- Ruido traumatizante discreto: ruido de 80-90 dB que se repite periódicamente. La repetición de exposición a ruido hace que ocasionalmente alguna CCI o CCE no sobreviva a la sobrecarga, sufra un daño irreversible, Hera o desaparezca.
1.3. Clínica
1.3.1. TRAUMA ACÚSTICO AGUDO
Sonido de gran intensidad que actúa durante un tiempo limitado. Puede ser unilateral o asimétrico, pues si la presión sonora llega por un lado al cráneo este hace de pantalla y protege al oído contralateral.
Son ruidos muy fuertes (140 dBs) en pequeños espacios de tiempo (militares, mineros, cazadores, personal de explosivos).
Se pueden originar daños en el oído medio.
Tras el impacto sonoro aparecen inmediatamente síntomas auditivos: Acúfenos e hipoacusia neurosensorial, que con el transcurso de las horas puede desaparecer, disminuir o permanecer constante.
La hipoacusia neurosensorial originada puede ser:
- Discreta. Afecta únicamente a la frecuencia de 4000 Hz.
- Media. Deterioro además en frecuencias de 2000 y 1000 Hz.
- Intensa. Importante pérdida de audición en todas las frecuencias.
Una vez establecido el daño definitivo, la sordera resulta irreversible.
En sujetos con patología otológica (hydrops, fistula laberíntica) e incluso en sujetos sanos, mediante estímulos sonoros de baja frecuencia y alta intensidad se desencadena el fenómeno de Tullio, en el que aparecen síntomas vestibulares: Vértigo, nistagmus, desequilibrio. El 5 % de los traumas acústicos agudos de asocian con trastornos de equilibrio.
1.3.2. TRAUMA ACÚSTICO CRÓNICO
Exposición prolongada al ruido. Es bilateral y simétrico.
Se presenta como enfermedad profesional en ocupaciones donde se mantiene prolongadamente un ruido de más de 80 dB. Operadores de maquina pesada, DJ, músicos, camareros, personal de discoteca.
La exposición crónica del ruido produce dos conjuntos de síntomas diferentes:
- Síntomas psíquicos: cambios en el carácter: irritabilidad y agresividad. Insomnio, ansiedad angustia, absentismo laboral.
- Síntomas audiológicos: En los primeros estadios de exposición al ruido se produce sensación de ensordecimiento y acúfeno que desaparecen durante el descanso y reaparecen en la siguiente jornada laboral. Más adelante estos síntomas se hacen definitivos y no se interrumpen ni siquiera después de periodos prolongados de ausencia de sonido.
Evolución de la Hipoacusia:
- Primer grado. Perdida leve 30- 35 dB que afecta exclusivamente a 4 KHz
- Segundo grado. Mayor pérdida en 4KHz (50-55 dB). Comienzo disminución de la audición en 2000 Hz (25 -30 dB)
- Tercer grado. El deterioro auditivo aumenta implicando a las frecuencias de 4000, 2000 y 1000 Hz. Leves problemas de comunicación.
- Cuarto grado. La hipoacusia afecta de forma importante a todas las frecuencias. Graves problemas de comunicación.
1.3.3. TRATAMIENTO
Las lesiones otológicas producidas por el ruido no tienen ningún tipo de tratamiento, si se actúa inmediatamente cabe la esperanza de poder mejorar las secuelas auditivas con el empleo de corticoides y vasodilatadores.
En líneas generales, al no existir tratamiento útil, el esfuerzo ha de dirigirse a prevenir su aparición mediante medidas de protección colectivas e individuales.
Actuaciones:
- Estudio de la repercusión sonora de las maquinas y herramientas desde su fase de diseño.
- Limitación de los niveles máximos de salida (dB) en fiestas, discotecas, calles, ambiente doméstico.
- Educación auditiva a la población.
- Control audiométrico periódico.
- Estudio de la susceptibilidad individual. Cada individuo tiene una capacidad de tolerar un sonido excesivo.
- Uso de medidas de protección individual. Uso obligatorio de equipos de protección antirruido en ambientes igual o mayor a 80 dB.
- Uso de medidas de protección colectiva.
- Control del nivel sonoro mediante un sonómetro.
- Descansos periódicos.
2. ALTERACIONES NO OTOLÓGICAS PRODUCIDAS POR RUIDO
- Alteraciones relacionadas con el estrés. Taquicardia, alteración motricidad, digestiva, hipertensión.
- Trastornos psíquicos y psiquiátricos. Disminución del rendimiento intelectual, de la capacidad de atención concentración, deterioro del juicio crítico, capacidades de elección o decisión. Trastornos de conducta, agresividad.
- Perturbaciones del sueño. Insomnio. Inversiones ritmo del sueño.
- Trastornos de la fonación. Disfonías.
- Aumento en la frecuencia de los accidentes laborales. Al no percibirse señales acústicas de seguridad.
- Aparición de reacciones de sobresalto. Al ser el oído el sentido fundamental desencadenante de una situación de alarma / alerta.
- Sobrestimulación acústica y vértigo. Las lesiones cocleares inducidas por trauma acústico pueden desencadenar hidrops endolinfático por degeneración del saco endolinfático. También los oídos ya hidrópicos poseen menos lesiones que los normales tras la exposición a un ruido intenso.
Bibliografía GIL CARCEDO, L.M. (1995).Otología.(pp.275-296) Editorial Médica Panamena.1ªEdición. ISBN 84-89316-03-1